Queremos agradecer a Michael Martinez la cesión de derechos de este artículo para su traducción y publicación en nuestra web. El autor es licenciado en Historia por la Kennesaw State University, y autor entre otros de Parma Endorion: Essays on Middle-earth, Visualizing Middle-earth, Understanding Middle-earth: Essays on J.R.R. Tolkien’s Middle-earth, y Mindfaring through Middle-earth.
Podéis leer el artículo original aquí.
Años atrás, cuando por primera vez estaba en proceso licenciar y sacar al mercado un MMORPG basado en la Tierra Media, hubo mucho debate sobre si se debería poder jugar con guerreros Noldor. Algunas personas ansiaban la habilidad de abrirse camino a espadazos por el paisaje de la Tierra Media, y otros temían las ventajas que un Noldo ‘real’ tendría en los encuentros jugador-contra-jugador enfrentado a, digamos, un silvano o un enano.
La idea de poder jugar un guerrero noldoriano, capaz de igualar a los grandes guerreros de la Primera Edad, era a la vez tentadora y aterradora, e incluso hoy en día, que los juegos vienen y van, los jugadores juegan rutinariamente personajes de cualidades divinas (¡incluso dioses en Smite!) sin preocuparse de si un personaje es demasiado poderoso para el juego. La ingeniería del juego se supone que asegura el equilibrio.
Y, por supuesto, como cualquiera que haya estudiado la historia noldoriana debe recordar, muchos de esos guerreros malotes de la Primera Edad fueron masacrados, de todos modos. Así que, ¿qué importa?
Legolas, el ‘elfo perfecto’ para muchos fans. Ilustración de John Howe
Pero la idea del elfo noldoriano notablemente superior nunca ha desaparecido. Cuando Tauriel curó a Kili en la segunda película de ‘El hobbit’ de Peter Jackson, algún subsegmento de fandom online sufrió una apoplejía, no por la presencia de Tauriel (que era otro sub-segmento del fandom) sino por el hecho de que ella brillara con la ‘luz de Valinor’ cuando asió las athelas.
De algún modo este problema se abrió paso en mi bandeja de entrada, quizá cuando me entrevistaron sobre las películas, o quizá en alguna otra pregunta de un fan. Personalmente interpreté que el aura de Tauriel era la forma Jacksoniana de revelar la energía espiritual o fortaleza interna de los elfos, no una luz resonando desde Valinor y los Dos Árboles. Pero la ‘Luz de Valinor’ sólo brilló en los ojos de aquellos Noldo rebeldes temporalmente, al cabo del tiempo sus ojos se atenuaron y fueron como los de cualquier otro elfo de la Tierra Media.
Y además hay otros elementos que los fans asocian sólo con los Noldor, como el uso de armaduras y armas de metal (los Sindar las usan), la caza de animales (de hecho, sólo los elfos de Ossiriand se negaron a cazar animales) y la creación de artefactos ‘mágicos’ (los Sindar crearon cosas mágicas, como también los elfos Silvanos).
Los Noldor se han convertido en los elfos de una mitología modelada por los fans en muchos aspectos, relegados a un pedestal sobre el que Tolkien nunca los colocó. Eran fuertes y sabios, y doctos en grandes artes, pero los Sindar tampoco eran simplones de pueblo. La mayor característica de los noldorianos era su habilidad en la ingeniería. Thingol dependió de los enanos para construir Menegroth, e incluso los reclutó para que lo ayudaran a preparar Nargothrond para Finrod; pero en general los Noldor llevaron a cabo ellos mismos sus propios y grandiosos trabajos en piedra y sus proyectos de ingeniería.
Podemos recrearnos en los detalles, pero creo que hay una percepción de cuasi invencibilidad sobre los Noldor que no es demasiado merecida. Tolkien los describió como defectuosos y endebles en muchos aspectos, aunque también como nobles y fuertes. Fueron conducidos desde la tragedia griega hacia la vergonzosa matanza por su locura. Y aun así a veces me pregunto cómo esta desconexión entre lector e historia ha emergido una y otra vez, pues estos lectores no pueden estar todos siguiendo las deducciones de una sola persona, ¿no?
Y aun así, a pesar de esta fe tan extendida en las capacidades de los Noldor, cuyo epítome son Fëanor y otros príncipes noldorianos, también aparentemente encontramos consternación en las filas del fandom sobre el poder de Galadriel. Ella, quien en el libro devastó las mazmorras de Dol Guldur después de que el Anillo hubiera perdido sus poderes, les parecía de repente demasiado poderosa a las legiones de fans que diseccionaban cada aspecto de las películas de Jackson. Y todo lo que hizo en ellas fue luchar con un Sauron recientemente revivido y algún nazgûl sombrío.
¿Debería Galadriel ser capaz de derrotar a Sauron en combate singular? Bueno, sí, aunque quizá sólo por un golpe de suerte. Después de todo, Sauron con el Anillo habían sido derrotados por Elendil… ¿me estás diciendo que él era más poderoso que Galadriel? Lúthien también derrotó a Sauron (antes de que magnificara su propio poder creando el Anillo Único).
Sauron podía ser derrotado en combate singular, se usara magia o armas. No era más invencible que una montaña que se enfrentase a una legión de excavadoras. Tarde o temprano caería. El truco de Sauron no era hacerse invencible, sino más bien dominante. El Anillo Único potenciaba su habilidad de imponer su voluntad sobre las voluntades de seres más débiles. Con el paso del tiempo Sauron podría conseguir sus objetivos ganando en ingenio a sus enemigos, e invirtió dos mil años asegurándose de que sus enemigos no fueran capaces de nuevo de superar a sus fuerzas en batalla.
Y así llegamos a la Paradoja del Elfo de Tolkien: demasiado fuerte para ser jugado por jugadores esporádicos y aun así no lo suficientemente fuerte para justificar las cosas increíbles que hacen en las películas de Peter Jackson. El Legolas del libro corría sobre la nieve y derribó la montura alada de un nazgûl de un tiro en casi completa oscuridad, el Legolas de las películas baila sobre cabezas y mata orcos con la mayor facilidad. El Legolas del libro es tratado a menudo como menos importante que cualquiera de los hobbits (Tolkien mismo dijo que el elfo consiguió menos que cualquier otro miembro de la compañía), y aun así el Legolas de las películas tiene secundarios propios en su franquicia cinematográfica.
Hay un Elfo Tolkiniano Perfecto, un espejismo estadístico con al que imbuimos con todos los poderes y limitaciones de nuestros propios puntos de vista. Este Elfo Perfecto encaja en la zona Ricitos de Oro de las razas ficticias: no demasiado débil, no demasiado fuerte, no demasiado malvado, no demasiado bueno. En todos mis viajes por la Tierra Media jamás he encontrado un elfo así. Pero oigo hablar de esas criaturas a fans de todo el mundo.
¿Por qué nos es tan difícil ponernos de acuerdo y comprender a los elfos de la Tierra Media en un marco común? ¿Es porque Tolkien triunfó al hacerlos lo suficientemente no-humanos como para que no los entendamos, o es porque proyectamos demasiado de nuestra propia fantasía en los personajes de otro?
No hallo tantas discusiones sobre hobbits, enanos o incluso sobre los dúnedain. Sólo los elfos provocan tan apasionado análisis. Deben ser esto pero no esto otro, porque eso es lo que Tolkien quería decir. No estoy muy seguro qué es lo que Tolkien quería decir. A veces se contradecía a sí mismo, o cambiaba de opinión, o simplemente olvidaba detalles menores (como el modo en que Gildor Inglorion, de la casa de Finrod, debería encajar en las genealogías reales).
Hay un elfo tolkiniano, un arquetipo, que se mantiene al margen de todas las criaturas humanas y humanoides de la Tierra Media. Christopher Tolkien describe este elfo como una «criatura inmortal que vive entre mortales», pero sólo podemos especular lo que eso debe significar. En manos de Peter Jackson parece traducirse en un montón de tiempo practicando arquería, movimientos acrobáticos, y quizá no tanto en perfeccionar verdaderas habilidades mágicas (pues, ¿qué es la ‘magia’ para un elfo?).
Sobre este contexto simplemente incompleto Tolkien construyó la grandiosa mística de una civilización perdida, un pasado lejano cuajado de dolor y maldad, y sobre ello virtió callados remordimientos que distraían a los exiliados de asuntos menores como, por ejemplo, el destino del mundo libre. Hay momentos en los que me encantaría agarrar a Gildor de las solapas, arrastrarlo a lo alto de las murallas y decirle «Maldito seas, ¿no ves que la Tierra Media se está yendo al carajo? ¡Y fuisteis vosotros, los malditos elfos, los que la habéis llevado allí!»
El juramento de Fëanor, de Jenny Dolfen
Ellos, al mismo tiempo, se declaran responsables de sus fallos y evitan responsabilizarse de ellos. ¿Cuántos fans de Tolkien conocéis que hablen de las maldades que los elfos (los Noldor) cometieron? Oh, somos unos pocos, pero me siento como un desterrado que se queda de pie a las afueras del pueblo, mientras todos están danzando y cantando en el gobel como elfos de Tolkien. Los Noldor son malvados, querido. No lo olvides.
Y también son los buenos, las víctimas, y los pobres pringados que tienen que arrastrarse de vuelta a casa sin los Silmarils que vinieron a buscar. Cuando la Hueste de Valinor irrumpió en Thangorodrim y liberó a todos los esclavos que Morgoth había capturado, ¿cuántos de ellos eran Noldor? ¿Eran tan fuertes y poderosos que estaban preparados para derrocar al siguiente Señor Oscuro? ¡Creo que no!
¿Qué es eso que hace que los Noldor se antojen tan superiores, tan mágicos, tan infaliblemente poderosos? ¿Por qué todos se mantienen impasibles cual Mary Sues cubiertas en teflón? ¿Es que nadie ha recibido la circular de su iracunda marcha sobre la Tierra Media? ¿Es que me he perdido algo en la historia sobre cómo desaprovecharon oportunidad tras oportunidad con ideas tontas y vano orgullo? ¿Por qué son siempre los Noldor los que son manipulados por el Señor Oscuro para que la líen parda?
No vemos a los Vanyar despedazando a los Teleri. Ni tampoco los Sindar fabricaron ningún Anillo de Poder. Estos son tipos malos élficos. Son la tripulación de la Serenity en Firefly. Los Noldor son los villanos de la historia, y aun así todo el mundo sigue con su «la-la-la Galadriel es tan hermosa y tan dulce» ¿Cómo hemos llegado a esto?
Hay una mitología del elfo tolkiniano. Es indescriptiblemente vaga y contradictoria, y repleta de falacias lógicas. Y aun así es más fuerte que los hechos de la ficción. Este mito es pernicioso y tenaz, e incluso adjetivos que no puedo ni pensar. No es como ninguna historia de Tolkien que haya leído. Es como si la historia hubiese saltado de las páginas de los libros y hubiera cobrado vida propia, y ni siquiera podemos culpar a las malas adaptaciones de ello, porque este mito devora las propias películas.
Ninguna otra cultura de la Tierra Media está tan plagada de culpa y arrepentimiento como los Noldor. Los Ents se les acercan, porque permitieron que se alejaran y se perdieran las Ent Mujeres. Pero los Ents fueron simplemente negligentes; los Noldor conspiraron para controlar la Tierra Media para siempre (o al menos el tiempo que tardasen en escapar de ella). Es terrorífico cómo la gente venera a los Noldor sin pararse a pensar que estos tipos querían mantener a todos los demás en su sitio por miles y miles de años.
Y, ¿sabes lo que es gracioso? Cada cierto tiempo algún fan adorador de los Noldor pincha el nervio al preguntar en un foro o un blog, «¿No creéis que es extraño que la tecnología de la Tierra Media no haya avanzado en miles de años?»
Para mí es como preguntar «¿No creéis que es raro que todos estos gángsteres trabajaran para Al Capone?»
Decidme, ¿es extraño?