Continuamos celebrando el XXX Aniversario de la STE, y en este mes de octubre, que termina con la Noche de Halloween, vamos a hablar del mal…
Si queremos aprender un poco más sobre los seres malignos de la Tierra Media, el propio J.R.R. Tolkien escribió una serie de textos muy informativos. Varios de ellos los encontramos en el libro “El Anillo de Morgoth”, concretamente en la sección ‘La transformación de los mitos’. Esta consiste en una colección de diversos textos que ilustran como iban evolucionando las ideas de Tolkien acerca de su mitología. El número VI, titulado ‘Melkor Morgoth’, muestra como Melkor era en un principio incluso superior en poder a Manwë, y aunque no pudo ser controlado por todos los Valar juntos, perdió poder al conseguir que sus agentes malignos (orcos, balrogs…) crecieran de forma independiente a su control. El texto VII, ‘Notas sobre los motivos del Silmarillion’, compara a Sauron y Morgoth: sus personajes, motivaciones o el poder que tenían en los distintos periodos. Morgoth era un auténtico nihilista que deseaba la destrucción de la Tierra Media, mientras que Sauron quería dominarla, pero no destruirla. También apunta el origen de los orcos como corrupciones de hombres y elfos. Probablemente represente el texto más elaborado en el que Tolkien abarca la naturaleza del Mal en su mitología. Y en los ensayos VIII a X Tolkien aborda el tema de los ‘Orcos’ donde apunta otras posibilidades acerca de su origen, aunque lo que parece claro es que Morgoth no podía crear criaturas vivientes con voluntad independiente pero que la visión cosmogónica de Tolkien fue evolucionando a lo largo de su vida.
En el libro “Los Pueblos de la Tierra Media” se encuentra un texto muy poco conocido de Tolkien, nada menos que el inicio de un relato que pretendía convertirse en una secuela de “El Señor de los Anillos”. Se titula ‘La Nueva Sombra’, y aunque fue pronto abandonado aborda ya desde el comienzo el tema de las raíces del mal en los hombres, con un tono siniestro en el que se intuyen sociedades secretas que parecen practicar cultos oscuros, según dijo Tolkien en una de sus cartas (nº 338).
Y precisamente vamos a terminar recomendando varias de estas cartas, que como ya sabéis se publicaron en el libro “Cartas de J.R.R. Tolkien”. Una buena selección de correspondencia que trate de “asuntos malignos” podría ser:
• Carta nº 71: compara a los orcos con la gente “real”. En las alegorías el bien está de un lado, mientras que varios tipos de maldad están en el otro. En la vida real, ambos bandos son una alianza heterogénea de orcos, bestias, demonios, pero también hombres honestos e incluso ángeles.
• Carta nº 131: se trata de la famosa carta a Milton Waldman, donde se resume “El Silmarillion”. Entre otras cosas se habla de la Caída de los Ainur, Elfos y Hombres, o de Sauron y el poder de los Anillos.
• Carta nº 144: habla entre otras cosas de la lengua negra, de dragones, de la palabra “orco”, de balrogs o de Ella-Laraña.
• Carta nº 153: muestra el origen “no malvado” de Sauron al inicio, y el mal uso de la ciencia. El Mal es incapaz de “crear” orcos o trolls, aunque sí puede pervertir o imitar (es decir, “subcrear”).
• Carta nº 183: comentarios sobre la bondad y la maldad en el mundo real y en las guerras, además de interesantes reflexiones sobre las motivaciones de personajes como Sauron, Saruman o Denethor.
• Carta nº 200: Tolkien explica por qué Sauron siempre estaba sin cuerpo cuando era vencido. Habitaba la Tierra Media pero no necesitaba estar encarnado físicamente, y si lo hacía, estas formas eran más análogas a la ropa que a los cuerpos, una expresión de sus deseos, estados de ánimo o voluntades. Cada vez que su forma física era destruida, tardaba luego más en “reconstruirse”.
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¡Disfrutad de Halloween… truco o trato!