El Smial Ered Luin ha organizado, junto a la cervecería Escala de Xixón, su primer encuentro oficial, de socios y simpatizantes. De la mano de Nieninquë (Bea) y su marido Félix, regentes de la cervecería Escala, los participantes simularon un recorrido por las diferentes tabernas de la Tierra Media, como buenos montaraces, probando las deliciosas y reconstituyentes cervezas que cada pueblo ofrecería.
Los anfitriones, además de acompañar la cata con su sabiduría en la elaboración y conocimiento de las distintas cervezas que hay, añadieron deliciosos aperitivos que acompañaron las cervezas.
De esta manera, el viaje comenzó en el Dragón Verde probando su cerveza estilo irish red, una cerveza refrescante, de cuerpo medio, fácil de beber, y de baja graduación (4’5%), para poder estar en la cantina charlando, riendo y cantando sin que a la segunda jarra te nuble la vista como si tuvieras puesto el Anillo Único y solo vieras sombras.
Bajo este concepto, la cerveza propuesta fue la asturiana de elaboración artesana Ordum Red Ale, con notas a malta tostada que se perciben como caramelo. De color rojo cobrizo, cristalina y con una capa de espuma blanquecina.
Dejando atrás La Comarca, la siguiente parada fue como no, en la casa de Elrond, donde cualquier herida del camino se sana y donde obtendrás toda la información necesaria para próximos destinos, como si una oficina de turismo se tratara. Pero ¿los elfos beberían cerveza? Y si, además de su archiconocido Miruvor fuera así, ¿cómo sería?
Los anfitriones imaginaron que la cerveza élfica sería muy especial, con un carácter ácido y dulce, elaborado con maltas tostadas y lúpulos de poco amargor que, posteriormente, se dejaría madurar en barricas de roble dejando que el propio ambiente aporte las levaduras. Desde Flandes nos sorprenden con Duchesse de Bourgogne, de estilo Roja de Flandes (6’2% ABV). Al probarla queda un recuerdo al sabor de la sidra o un vino ajerezado. Una sorpresa para el paladar.
Este tipo de cerveza es muy rara y se fabrica en pocos lugares de la zona flamenca de Bélgica, debido a la complejidad y el tiempo de elaboración, muy élfico.
Continuando por la ruta que Sam y Frodo seguían con sus compañeros, el viaje llega hasta el gran reino de los enanos en Moria, completamente restituida y con los fogones de las fraguas al máximo, para dar forma a los diferentes minerales que extraen de la roca, ya sin la amenaza de un balrog. Como descanso a una dura jornada, los enanos se sientan reunidos a beber recordando las mejores batallas y brindando por Durin I, Durin II y todos los Durin de la historia enana, por lo que sus cervezas deberían ser de tragos pausados paladeando el sabor de su cerveza oscura y densa. Probablemente del tipo St. Feuillien Quadruple (11% ABV) con aroma complejo y caramelizado, con matices de vino, de madera y fruta de confitada, así como chocolate y coco.
Antes del final, la cata hizo una parada en el reino de los Hombres, pueblos de guerreros y nómadas, que viajan hasta la más lejana frontera para mantener la paz. Tantos kilómetros, la mayoría en solitario, requieren que sus víveres aguanten todo lo posible al viaje y sus vicisitudes. Las cervezas tipo IPA evocan cervezas de carácter tradicional, elaboradas para hacer viable el transporte de cerveza desde Londres a las colonias británicas. Por ello la cerveza propuesta es, de nuevo, una cerveza elaborada en Asturias, por unos nómadas provenientes de diferentes países, Bélgica, Alemania y Francia, DelNorte Camp-era doble IPA (8%), con graduación alcohólica moderada para un grupo de hombres que deben estar alerta. Una cerveza con mucha presencia de lúpulo, toques herbáceos y resinosos.
Para finalizar, la ruta llega a Mordor, allí los orcos, a las órdenes de Sauron, montan guardia y aguardan la orden de llenar la tierra de oscuridad. En su espera, entre juegos y competiciones orcas, podrían elaborar cerveza que, al estar al lado del Monte del Destino, tendría connotaciones a humo. Por eso, para cerrar el viaje a lo más bestia, probamos una Redneck Mississippi Mud Moonshiner Series (7%), elaborada con base de malta ahumada con haya, notas de caramelo y chocolate. No apta para gustos delicados.
El broche de oro lo puso una deliciosa tarta de chocolate, preparada por Nieninquë. Tras la cata de las cinco cervezas, fue el acompañamiento ideal para que los participantes pudieran charlar y conocerse mejor compartiendo teorías sobre por qué Fëanor era un incomprendido.
Como reconocimiento y agradecimiento a un estupendo viaje, Sürendil (Jesús) sorprendió a los anfitriones con una jarra de cerveza preciosísima como recuerdo.
Los asistentes quedaron tan contentos que esperan muy pronto volver a compartir y aprender más sobre este amplio mundo de la cerveza, para seguir recorriendo todos los rincones de la Tierra Media.
