Rafael J. Pascual y Helios De Rosario analizan la figura de J. R. R. Tolkien como medievalista y filólogo. Arguyen que el elemento que hizo de Tolkien un profesional extraordinario fue la gran pasión que mostró hacia sus objetos de estudio, pasión que queda manifiesta en la invención de lenguas y en la escritura de su propia ficción. Pascual y De Rosario concluyen que Tolkien habría sido un profesional muy diferente de no haber tenido el referente de la filología clásica en su infancia y juventud.